Tanto en sesiones de Terapia Corporal Integrativa, en formaciones de facilitadores y agentes de cambio o en laboratorios de creación artivista, unas de las claves en La Hoja Blanca son sin duda las prácticas de enraizamiento o grounding. Entrenar el enraizamiento o arraigo tiene que ver desarrollar el contacto con el suelo, la tierra (ground) y con el propio cuerpo. El suelo se percibe como una base que nos acoge, recoge y sostiene. El concepto de arraigo vincula la seguridad emocional con la seguridad corporal. Cuando los pies y las piernas están enraizados, sienten el retorno de la fuerza del suelo, puedo ver y respirar la realidad, sea la que sea. Puedo sostener lo que hay, sintiéndome sostenida.  El enraizamiento también tiene que ver con desarrollar la propiocepción, sentir el cuerpo y sus sensaciones, soltar la coraza y relacionarse de manera más plena con las demás.

¿Te apetece dejar crecer tus raíces? Te invitamos a probar la siguiente práctica: «Como un árbol» (15 min.)

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